La emisión de sellos en España entre 1950 y 1975 corresponde a una etapa marcada por la dictadura de Francisco Franco y una fuerte centralización política. Durante este periodo, la filatelia española adquirió un estilo propio, caracterizado por la presencia constante de símbolos oficiales y temáticas que buscaban transmitir una imagen de unidad, tradición y fortaleza nacional.

En estos años, los sellos mostraban con frecuencia el retrato del jefe del Estado, Monumentos históricos, paisajes emblemáticos, personajes ilustres de la historia de España, y motivos religiosos y culturales tradicionales.

Los diseños eran generalmente sobrios, con una paleta de colores limitada y técnicas de impresión clásicas como el huecograbado. A pesar de su tono oficialista, muchas emisiones de esta etapa destacan por su elegancia artística y su calidad técnica.

Este periodo también coincide con un aumento de la circulación postal nacional e internacional, lo que dio a los sellos un papel relevante en la proyección de la imagen de España al exterior. Además, se editaron algunas series conmemorativas y temáticas que hoy son muy valoradas por los coleccionistas.