La filatelia española durante el reinado de Alfonso XIII (1886–1931) representa una de las etapas más interesantes y emblemáticas del siglo XX. Alfonso XIII, proclamado rey desde su nacimiento, marcó un largo período en el que los sellos postales no solo sirvieron como medio de franqueo, sino también como reflejo de la evolución política, estética y tecnológica de España en los albores de la modernidad.

Los primeros sellos emitidos en el Siglo XX con su efigie comenzaron a circular en 1901, cuando el monarca era aún un niño. Estas emisiones, conocidas como “tipo cadete”, mostraban un retrato infantil rodeado de marcos ornamentales, manteniendo la tradición clásica heredada del siglo XIX. Con el paso de los años y el crecimiento del rey, se lanzaron nuevas series que representaban distintas etapas de su vida, desde joven hasta adulto, convirtiéndose en un testimonio visual de su reinado.

Hasta el final de su reinado en 1931, a lo largo de estas décadas, se introdujeron importantes innovaciones técnicas, como el uso de nuevas técnicas de impresión y papel, además de un mayor cuidado en los diseños. También aparecieron emisiones conmemorativas que celebraban acontecimientos nacionales, reflejando así una España que intentaba modernizarse en medio de crisis políticas y sociales.