La filatelia española entre 1950 y 1999 refleja un periodo de  cambios políticos, sociales y culturales en el país. Durante estas cinco décadas, España pasó de una dictadura a una monarquía parlamentaria, y los sellos emitidos en este tiempo se convirtieron en un testimonio gráfico de esta transformación.

En los años 50 y 60, los sellos mostraban principalmente la figura de Francisco Franco y símbolos del régimen, con diseños sobrios y temáticas centradas en la unidad nacional, monumentos históricos y valores tradicionales.

A partir de 1975, con la muerte de Franco y la proclamación de Juan Carlos I como rey, las emisiones filatélicas comenzaron a abrirse a nuevas temáticas: la Transición democrática, la integración de España en Europa  y los grandes eventos internacionales, como la Expo 92 en Sevilla y los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992.

La tecnología de impresión también evolucionó: de los métodos tradicionales en relieve y huecograbado a técnicas más modernas que permitieron diseños más coloridos y detallados. Además, la filatelia se consolidó como una afición muy popular, con series conmemorativas, colecciones temáticas y emisiones especiales que hoy son muy apreciadas por los coleccionistas.